¿Qué tal una estancia en Bretaña durante el invierno? Desde nuestro camping abierto todo el año (para propietarios de casas móviles, con un cierre obligatorio de 4 semanas en enero), descubrirás toda la belleza de Bretaña en invierno.
Los visitantes se dejan seducir por las hermosas playas de arena fina de Bretaña y sus aguas cristalinas. Numerosos senderos, tanto en la costa como tierra adentro, permiten disfrutar de paseos encantadores y descubrir el sur de Bretaña, incluidas sus magníficas islas y puertos encantadores.
Bretaña también es un destino elegido por su rica herencia histórica y cultural.
Así es el caso de Saint-Malo, Brest o Quimper, entre otros, lugares que bien merecen una visita en invierno.
Para más detalles sobre la temporada invernal, descubre el clima en Bretaña.

¿Por qué visitar Bretaña en invierno?

La fiabilidad de las previsiones meteorológicas te permite planificar tu viaje a Bretaña en invierno con unos días o una semana de antelación.
Incluso puedes optar por una escapada de última hora, lo que te permitirá ahorrar significativamente, especialmente en alojamientos.
Además, el invierno en Bretaña no siempre coincide con las ideas preconcebidas sobre esta región: puede ser tan bello como seco en algunos momentos.
A finales de año, especialmente, muchos visitantes quedan fascinados por la belleza de las costas bretonas.
Una estancia invernal es aún más tentadora si amas el patrimonio y la gastronomía de Bretaña, sin olvidar la variedad de actividades disponibles.

Las 5 mejores actividades para hacer en Bretaña en invierno

Bretaña ofrece una amplia gama de actividades, enriquecida por sus numerosos destinos impresionantes.

  • Admirar una tormenta marina en la Costa Salvaje: Disfruta de los fuertes vientos y las enormes olas en la legendaria Costa Salvaje de Bretaña durante el invierno, especialmente en la península de Quiberon, en Morbihan. Desde las Agujas de Port-Coton, contempla la fuerza desatada de la naturaleza en espectaculares tormentas.
  • Degustar la auténtica cocina bretona en un restaurante local: Bretaña atrae a visitantes durante todo el año por su gastronomía. Desde crêpes hasta estofado de raviolis de ternera, una tarde en un restaurante local es una forma deliciosa de disfrutar de un día de invierno en esta región de Francia.
  • Relajarse y cuidar el cuerpo en un spa: Cuando la lluvia o el viento impidan salir a pasear, permítete unos momentos de relajación en un spa. Los establecimientos de la región ofrecen una amplia gama de tratamientos y son famosos por la calidad de sus instalaciones. Ya sea en Roscoff, Carnac, Douarnenez, Dinard o Belle-Île-en-Mer, los hoteles con spa de Bretaña reciben a los visitantes en entornos bucólicos, a menudo frente a costas impresionantes. También son conocidos por sus habitaciones con vistas al mar y su cocina gourmet. Tenlos en cuenta para tu próxima escapada o alquiler vacacional.
  • Terapia de compras invernal: Especialmente antes de Navidad, las numerosas "Ciudades de Arte" bretonas son ideales para encontrar ideas originales de regalos navideños. Ciudades como Pont-Scorff, Dinan, Pontrieux y Moncontour rebosan de arte, convirtiéndolas en un destino perfecto para unas compras.
  • Descubrir la marea más grande de Europa en Saint-Malo: La marea alta de Saint-Malo sigue fascinando a visitantes y apasionados. Un viaje invernal a Bretaña es una excelente oportunidad para presenciar la increíble fuerza de la naturaleza y el océano en la costa de la región (se desaconsejan actividades acuáticas en la bahía durante esta temporada). En resumen, Bretaña enamora tanto por su patrimonio cultural como por sus tesoros naturales, asegurando entretenimiento de principio a fin.